5 consejos para aliviar las aftas por herpangina en niños

La herpangina en niños es una infección común de la garganta. Afecta sobre todo a los pequeños entre 3 y 10 años, siendo poco habitual en adolescentes y adultos.   

Esta causada por virus de la familia de los enterovirus. En la mayoría de los casos, por el virus Coxsackie A.

El inicio de la enfermedad suele ser brusco. Suele debutar con una fiebre alta (con picos de hasta 39-40 ^oC), dolor de garganta y aparición de llagas y úlceras en la boca.

Concretamente, estas aparecen delante de las amígdalas, en el paladar blando, la campanilla y las paredes anterior y posterior de la faringe.

Primero salen pequeñas manchas rojas y luego se forman vesículas o ampollas de 1-2 mm. Es a las 48 horas cuando aparecen úlceras con un color blanco o blancuzco-grisáceo y un borde rojo.

Aunque no suele haber más de 10 lesiones, estas aftas suelen ser muy dolorosas y provocan una falta de apetito y dolor al tragar.

Esto hace que los bebés y niños pequeños no quieran comer ni ingerir líquidos, o lo hagan con mucha dificultad y molestias. También dificulta la higiene bucal.

Otros síntomas que pueden aparecer son dolor de cabeza, dolor de estómago y úlceras en los pies, las manos y los glúteos.

La herpangina en bebés y niños también puede ir acompañada de vómitos y malestar general.

Al mismo tiempo, los ganglios del cuello pueden estar hinchados y causar dolor.

La herpangina es una de las infecciones en niños que puede confundirse con el herpes simple.

Sin embargo, en la herpangina las llagas son más pequeñas y no salen en la encía ni en otras partes de la boca. Se localizan principalmente en la zona alrededor de la garganta.

La fiebre que provoca esta faringitis en niños puede durar entre 2 y 4 días y la infección suele resolverse por sí sola sin complicaciones. Sin embargo, las úlceras pueden tardar hasta una semana en curarse.

Esto hace que sea conveniente iniciar un tratamiento para aliviar las aftas por herpangina cuanto antes mejor.

Tratamiento para las aftas bucales por herpangina

Una de las principales causas de aftas bucales en niños son las infecciones virales como la herpangina.

Todas ellas se manifiestan con unas llagas dolorosas que pueden durar días, causando problemas para comer y beber.

Esto, unido al malestar general provocado por la infección, puede favorecer la deshidratación y la bajada de azúcar en los bebés y niños.

Tratar el dolor de garganta y favorecer la curación de las aftas ayudará a aliviar el malestar y prevenir posibles complicaciones.

1) Tomar analgésicos para aliviar el dolor

Los analgésicos como el paracetamol y el ibuprofeno ayudan a bajar la fiebre. También alivian el dolor de garganta y pueden mejorar el estado general del bebé o niño.

En casos de dolor intenso, se puede prescribir metamizol.

2) Aplicar productos para las llagas en la boca

Los productos a base de ácido hialurónico para aftas bucales ayudan a aliviar inmediatamente el dolor y promueven su curación.

Los más populares suelen ser los geles para llagas en la boca para niños. Sin embargo, en este caso, pueden resultar difíciles de aplicar porque las aftas suelen localizarse sobre todo en la garganta.

Por eso, en el caso de la herpangina, pueden resultar más útiles los productos con ácido hialurónico en spray.

Estos suelen incluir una cánula multidireccional que facilita la aplicación en zonas de difícil acceso. Además, puede aplicarse a demanda hasta la desaparición de los síntomas.

Es preferible utilizar este tipo de productos después de las comidas y no comer ni beber nada al menos hasta 30 minutos después de su aplicación.

Solo en casos seleccionados y siempre bajo prescripción médica se utilizaría lidocaína viscosa al 2%.

Los productos con ácido hialurónico ayudan a aliviar el dolor de las llagas por herpangina en niños y favorecen su curación.

3) Calmar la irritación de la garganta con complementos alimenticios

Existen complementos alimenticios especialmente diseñados para aliviar el dolor de garganta y, al mismo tiempo, favorecer la salud bucal.

Concretamente, ayudan a hidratar la mucosa de la boca y reducir la irritación en la garganta gracias al ácido hialurónico, proporcionando un alivio rápido y reconfortante.

Además, estos complementos pueden incluir otros nutrientes esenciales para el sistema inmunitario.

Entre ellos, el zinc, el cual contribuye al funcionamiento normal del sistema inmune y al mantenimiento de la piel en condiciones normales.

Estos productos suelen presentarse en un formato tipo piruletas para llagas, teniendo un efecto inmediato en la mucosa bucofaríngea al disolverlas en la boca.

4) Complementar con remedios caseros para las llagas en la boca

Beber líquidos templados o fríos puede ser un buen remedio para las llagas en la boca, complementando los anteriores.

Ingerir pequeñas cantidades de líquido muchas veces al día a también ayudará a prevenir la deshidratación.

Por su parte, los alimentos fríos y blandos como helados, sorbetes, gelatina o yogur también pueden ayudar a aliviar el dolor de garganta y facilitarán la alimentación.

Finalmente, hacer gárgaras con agua fría también es otro remedio casero que puede resultar útil para la herpangina en niños.

5) Evitar los alimentos y bebidas irritantes

Es importante no consumir alimentos y bebidas que piquen o irriten las llagas en la boca.

Entre ellos, cítricos, zumos de frutas y bebidas con gas, así como alimentos salados, picantes, fritos, calientes, duros o difíciles de masticar.

La enfermedad y este tipo de aftas por herpangina en niños suelen desparecer en una semana.

No obstante, siempre hay que consultar con el pediatra si estas persisten o empeoran más allá de este periodo, junto con la fiebre y el dolor de garganta.

Además, hay que prestar atención a los posibles síntomas de deshidratación. Estos pueden incluir tener la boca seca, los ojos hundidos, pocas lágrimas al llorar, falta de energía y orinar en menor frecuencia.

En caso de que los bebés y niños presenten vómitos o diarreas, es importante que tomen sueros de rehidratación oral. También si no son capaces de alimentarse o la ingesta de alimentos es muy reducida.

La herpangina en niños puede darse en cualquier momento del año, pero son especialmente habituales en los meses de verano y principio de otoño.

El lavado de manos es clave para prevenir infecciones en niños como la herpangina. También la limpieza con productos a base de cloro en aquellas superficies que hayan estado en contacto con secreciones de la boca, respiratoria o heces.