Molusco contagioso en niños: causas, síntomas y prevención

El molusco contagioso (o molluscum contagiosum) es una infección causada por un virus de la familia de los poxvirus. Tal como su nombre indica, es una afección muy contagiosa y de fácil autoinoculación.  

Es muy común entre los niños, sobre todo en los menores de cinco años y con piel atópica, pero también puede darse en adultos.

Esta infección es más frecuente en zonas geográficas cálidas y con la llegada del verano. Esto se debe a que, en esta época del año, los niños llevan menos ropa y pueden estar más en contacto con otros pequeños o con objetos contaminados.

En la enfermedad del molusco contagioso, los síntomas suelen limitarse a la aparición de bultos pequeños en la piel (pápulas o nódulos) de menos de 6 milímetros de diámetro. Estos acostumbran a tener el color de la piel o bien adquirir una tonalidad blanquecina o nacarada.

Las protuberancias no suelen provocar dolor, pero sí pueden picar, enrojecerse e inflamarse.

Estas características hacen que las lesiones que provocan verrugas y moluscos puedan confundirse. No obstante, estos últimos tienen un pequeño hueco (forma umbilicada) o punto en la parte superior, cerca del centro.

 Los moluscos en niños suelen aparecer en la cara, el cuello, las axilas y la parte superior de las manos.

 

Cómo combatir el molusco contagioso

En el es justamente lo que hace que sea tan infeccioso entre los niños.

En el caso de los más pequeños o las personas con el sistema inmunitario debilitado, las vías de transmisión suelen ser el contacto piel con piel y con objetos contaminados. Por ejemplo, toallas, ropa o juguetes.

La piscina suele señalarse como una de las principales causas de la aparición de moluscos en la piel. Sin embargo, no se sabe con certeza si el virus se puede diseminar en el agua clorada.

Los expertos creen que lo más probable es que coincida la práctica de natación con la infección de moluscos contagiosos en los niños por otros motivos.

Principalmente, se sospecha que el virus se transmitiría fácilmente en la piscina al compartir toallas, tablas de nado, flotadores, juguetes acuáticos u otros objetos. También, por el contacto cutáneo entre los más pequeños al practicar este deporte.

Las mejores medidas para prevenir la transmisión del virus son:

• Lavarse las manos. La higiene de manos frecuente puede ayudar a minimizar el riesgo de contagio, así como la propagación del virus a diferentes partes del cuerpo.

• Evitar tocar las protuberancias. Tocar, rascar y frotar los bultos puede hacer que estos se desprendan, por lo que el virus podría propagarse a otras zonas de la piel.

Tampoco hay que tratar en ningún caso de ‘explotar’ los moluscos contagiosos ni probar con tratamientos naturales caseros que pudieran infectar las lesiones o favorecer la autoinoculación.

Afeitar las zonas infectadas también puede contribuir a expandir el virus.

• No compartir objetos personales. El contacto con elementos contaminados es una de las principales vías de contagio. Por este motivo, es preferible no compartir objetos personales como ropa, toallas o cepillos del pelo.

En caso de tener lesiones activas, hay que evitar prestar cualquier objeto personal.

Esto es especialmente importante en los niños, por lo que no deberían compartir juguetes u otros objetos con otros mientras tengan las erupciones propias de la infección por molusco contagioso.

• Cubrir las protuberancias. Mantener los bultos aislados y cubiertos es la mejor manera de prevenir la transmisión a otras personas y la extensión a otras partes del cuerpo.

Al hacer deporte, es importante cubrir las lesiones para evitar que puedan propagarse a otras áreas por el roce piel con piel.

En caso de practicar natación, se pueden proteger las protuberancias con un vendaje impermeable.

 

Molusco contagioso: tratamiento 

Por lo general, los moluscos contagiosos desaparecen solos al cabo de unos meses. Es muy difícil determinar el tiempo exacto que se necesita para poder eliminar la infección completamente porque cada protuberancia puede ser el origen de nuevas lesiones.

Precisamente por ser tan contagioso, se recomienda acudir al dermatólogo para que pueda valorar las erupciones e indicar el tratamiento más adecuado en cada caso. Sobre todo, si causan molestias o se sospecha de un posible molusco contagioso infectado.

Además, es habitual desconocer la diferencia entre molusco contagioso y VPH (Virus del Papiloma Humano), por lo que en caso de duda habría que consultar siempre al especialista. Sobre todo, cuando aparecen en la zona genital o perianal.

El tratamiento de los moluscos contagiosos incluye diferentes opciones terapéuticas e incluso a veces se combinan entre sí. Entre ellas, destacan el curetaje, la crioterapia, la electrocoagulación y diferentes fármacos tópicos como el hidróxido de potasio, la cantaridina, la pasta de nitrato de plata o el imiquimod. Estos medicamentos para los moluscos contagiosos suelen producir ampollas que consiguen despegar las protuberancias.

Todos estos tratamientos permiten conseguir buenas respuestas y eliminar las protuberancias, por lo que la elección de uno u otro dependerá del tipo de lesiones y su extensión.

Respecto a como tratar los moluscos contagiosos en niños, el proceso puede ser progresivo. Es decir, no es necesario eliminar todas las lesiones a la vez en caso de que sean numerosas.

Por tanto, el tratamiento de moluscos en la piel de los niños puede espaciarse en el tiempo, adaptándose a su nivel de tolerancia y a las necesidades del pequeño y la familia.