La psoriasis en el cuero cabelludo se manifiesta entre el 50 y el 80% de las personas que sufren esta enfermedad de la piel, siendo así su localización más frecuente. De hecho, es habitual que el cuero cabelludo sea la única zona afectada.
Este tipo de psoriasis puede presentarse de forma leve, similar a la caspa y con escamas muy finas y ligeras.
Sin embargo, la psoriasis del cuero cabelludo también puede ser severa, provocando la aparición de placas rojas, gruesas y cubiertas de escamas plateadas.
En estos casos, las lesiones pican (e incluso pueden provocar dolor) y suelen afectar a toda la zona de crecimiento del pelo, extendiéndose más allá de la línea de implantación del cabello hasta la frente, la región occipital y alrededor de las orejas.
Por lo general, las lesiones por sí mismas no causan una alopecia por psoriasis. No obstante, es cierto que puede haber una pérdida de cabello temporal y localizada cuando se rascan las placas, hay lesiones psoriásicas crónicas o se intentan eliminar las escamas sin reblandecerlas previamente.
De ser así, lo habitual es que el pelo vuelva a crecer con el tratamiento adecuado.
En la psoriasis capilar, las placas suelen ser visibles a través del cabello o en las zonas de piel sin pelo (la frente, las orejas e incluso el cuello), por lo que es habitual que afecte a la autoestima, la confianza y la calidad de vida de quienes la sufren.
Hay que recordar que, más allá de las molestias que pueden causar las lesiones, se trata de una zona de gran importancia a nivel estético.
Actualmente, no existe un tratamiento para la psoriasis en el cuero cabelludo que consiga acabar con la enfermedad de forma definitiva.
Sin embargo, existen múltiples opciones terapéuticas para poder controlar los brotes, minimizar sus repercusiones físicas y psicológicas, y tratar de prevenir recaídas:
Iniciar un tratamiento personalizado. Lo más importante para combatir la psoriasis en el cuero cabelludo es acudir a un dermatólogo para que pueda pautar un tratamiento individualizado.
Para ello, se deberán tener en cuenta diferentes factores tales como su localización (si se presenta psoriasis solo en el cuero cabelludo o también en otras partes del cuerpo), su forma clínica (psoriasis del cuero cabelludo leve, moderada o severa), la recurrencia de los brotes y las circunstancias propias de cada persona. Por ejemplo, en qué medida la enfermedad está mermando su calidad de vida.
La primera línea de tratamiento para la psoriasis del cuero cabelludo es el uso de productos tópicos (champús, lociones o geles) que ayuden a reblandecer las escamas, favorezcan su eliminación, y reduzcan la inflamación.
Estos productos suelen incluir ingredientes como aceites o vaselinas, el ácido salicílico, la urea, el ácido glicólico y/o el ictiol pale.
En cuanto a fármacos, los corticoides tópicos son los medicamentos de referencia, sobre todo cuando el brote está más exacerbado. Estos pueden aplicarse de forma única o combinados con derivados de la vitamina D.
Otras opciones de tratamiento para la psoriasis del cuero cabelludo a nivel tópico incluyen los inhibidores de la calcineurina, los retinoides y los alquitranes.
Los baños de sol y la fototerapia (la exposición controlada a irradiación ultravioleta A o B) también han demostrado ser terapias coadyuvantes eficaces.
Por su parte, los tratamientos sistémicos están indicados en las formas más extensas o severas, cuando el tratamiento tópico no permite un control adecuado de la enfermedad, o cuando la psoriasis está causando una importante afectación emocional.
Entre ellos, destacan el metotrexato, los retinoides, la ciclosporina A, el dimetilfumarato, el apremilast y las terapias biológicas.
Cabe destacar que la psoriasis del cuero cabelludo suele ser persistente y difícil de tratar. Esto implica que puede ser necesario rotar los tratamientos, ya que la respuesta a un medicamento o terapia puede disminuir después de su uso repetido.
Evitar rascar el cuero cabelludo. Las placas de psoriasis suelen picar, causando unas ganas de rascar difícilmente contenibles.
Aun así, el rascado debe evitarse ya sea con las manos, el peine o el cepillo.
En primer lugar, porque provoca más inflamación e irritación y, por tanto, más picor. De este modo, se crea un círculo vicioso de prurito-rascado difícil de romper.
Y, en segundo lugar, porque rascar las placas no solo puede provocar la caída del cabello, sino hacer que estas sangren e incluso se infecten.
Para poder evitar el rascado, es imprescindible saber cómo aliviar el picor en el cuero cabelludo.
Para empezar, es fundamental usar productos suaves, reequilibrantes y adaptados a pieles sensibles. Esto incluye champús y cualquier producto de peinado.
Aunque la tolerancia a los tintes varía según la persona, estos tienden a causar picazón. Por ello, en la medida de lo posible, conviene evitarlos o bien utilizar tintes sin alcohol.
Paralelamente, se pueden aplicar productos específicos para aliviar el picor del cuero cabelludo. Suele tratarse de cremas que incluyen activos antiinflamatorios, hidratantes, nutritivos, reepitalizantes y refrescantes.
Tratar el cuero cabelludo con cuidado. Más allá de las medidas para evitar el rascado, existen otras recomendaciones para el lavado y el cuidado del pelo en las personas con psoriasis en el cuero cabelludo.
Hay que lavarse el cabello con suavidad, aplicando el champú de tratamiento con un masaje y dejando que actúe el tiempo indicado. Posteriormente, se debe aclarar bien con agua tibia.
Este champú para la psoriasis se tiene que alternar con otros con diferentes composiciones y activos, según lo recomendado por parte del especialista.
Al secar, también hay que hacerlo con cuidado y evitar el uso del secador a corta distancia.
Siempre que sea posible, no se deberían utilizar clips, gomas o cintas que provoquen tirantez en el cabello.
Aunque el corte del pelo no influye en la evolución de la psoriasis en el cuero cabelludo, llevar el cabello corto facilita el acceso de los tratamientos a la piel.
Hay que tener presente que los resultados de los tratamientos no siempre son rápidos, por lo que se debe ser paciente y constante hasta que surtan efecto.
Autor: Laboratorios Viñas, departamento científico.
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