Cómo combatir el sudor en manos y pies por ansiedad

27 febrero 2023 | Cuidado de la piel

Cómo combatir el sudor en manos y pies por ansiedad

El sudor en manos y pies por ansiedad es una respuesta de defensa del organismo.

Cuando el sistema nervioso interpreta una situación como una amenaza, aumenta el flujo de sangre y se eleva la temperatura corporal.

El resultado es un incremento de la sudoración en manos, pies y otras partes del cuerpo.

El problema aparece cuando esto sucede de repente, sin una causa que lo justifique, y de forma desproporcionada.

Entonces hablamos de hiperhidrosis o sudoración excesiva. En concreto, de hiperhidrosis palmoplantar.

En estos casos, el exceso de sudor en las extremidades se desencadena o agrava en situaciones prolongadas de estrés o nerviosismo.

Esta sudoración por ansiedad suele mermar de forma significativa la calidad de vida de quienes lo sufren, porque causa problemas de autoestima, imposibilidad o dificultad para realizar ciertas actividades cotidianas y un impacto negativo en las relaciones personales, sociales y laborales.

Tener que estrechar las manos al saludar, mojar el papel al escribir, compartir objetos con otras personas o descalzarse son situaciones que suelen causar vergüenza y mucha incomodidad.

En el caso de sudoración en los pies por ansiedad, además, tienden a aparecer heridas y afecciones en la piel como ampollas, rozaduras y mal olor.

Este tipo de hiperhidrosis suele manifestarse por primera vez en adolescentes o jóvenes adultos – con las implicaciones que esto tiene en unas etapas claves en la construcción de la identidad personal – y presentarse tanto de día como de noche.

El sudor en manos y pies por ansiedad causa incomodidad en situaciones cotidianas como saludar, escribir o descalzarse.

Durante el descanso, el sudor en manos y pies puede ir acompañado de trastornos del sueño, los cuales pueden empeorar los cuadros de depresión, ansiedad e inestabilidad emocional.

Es el caso por ejemplo de los sofocos y el insomnio en la menopausia, donde el exceso de sudor suele provocar despertares nocturnos, dificultad para volver a conciliar el sueño y un estado de nerviosismo y/o bajo estado de ánimo que hace muy complicado romper el círculo ansiedad-sudor.

De hecho, los sudores nocturnos son un síntoma habitual del trastorno de ansiedad generalizada.

En este tipo de hiperhidrosis palmoplantar, es frecuente que las personas experimenten un retraimiento social y eviten situaciones concretas como conocer personas nuevas, tener una cita, enfrentarse a una entrevista de trabajo o viajar en transporte público.

Esto se debe a que son circunstancias en las que se suele estar más nervioso de lo normal y, por tanto, la sudoración es mayor.

Es así como se va creando un miedo a sudar ante determinadas situaciones que no hace más que agravar el problema.

Debido al componente psicológico de este tipo de hiperhidrosis, también se la conoce como sudor nervioso o emocional.

Las personas afectadas suelen consultar sobre todo por un exceso de sudor por ansiedad en las manos (hiperhidrosis palmar), porque es la zona que más incomodidad provoca.

Sin embargo, lo más común es que afecte también a los pies (hiperhidrosis palmoplantar) y a otras regiones corporales como el rostro y las axilas.

Sudar por ansiedad no solo puede ser muy molesto, sino que debe valorarse como síntoma de un trastorno del estado de ánimo que puede tener otras implicaciones en la salud y la calidad de vida de la persona. De este modo, no debe minimizarse.

Cómo controlar la sudoración por ansiedad

En el caso de sudor por ansiedad, el tratamiento pasa sobre todo por mitigar ese estado emocional de nerviosismo e hipervigilancia.

Paralelamente, existen productos y terapias que ayudan a controlar la sudoración, reducirla y minimizar su impacto en el día a día de los afectados.

Cabe señalar que el tratamiento del sudor en manos y pies por ansiedad puede ser complejo y es habitual experimentar periodos de recidiva y exacerbación, sobre todo en situaciones de estrés puntual.

Aun así, es importante acudir siempre a un especialista para que lo valore y establezca una pauta terapéutica.

Muchas veces esto implica la participación de diferentes profesionales, tales como psiquiatras, psicólogos y dermatólogos.

  • Acudir a psicoterapia. La terapia cognitivo conductual es la forma de psicoterapia más efectiva para el trastorno de ansiedad generalizada y, por tanto, también para el sudor por estrés.

    A corto plazo, se centra en enseñar habilidades específicas para controlar directamente las preocupaciones.

    También ayuda a combatir la fobia a sudar que suelen experimentar quienes sufren de hiperhidrosis en manos y pies y que les lleva a evitar ciertas actividades.

    La psicoterapia es útil, además, para aprender a no prestar demasiada atención al sudor cuando este aparece.

    De lo contrario, el estrés aumentará la sudoración, a mayor sudoración habrá más estrés, y todo ello hará que se forme un círculo vicioso muy difícil de romper. 
  • Iniciar terapia farmacológica. La sudoración por ansiedad es uno de los principales síntomas físicos de este trastorno y muchas veces hay que apoyarse en psicofármacos para que esta remita.

    De ser así, los antidepresivos son los tratamientos farmacológicos de primera línea. En concreto, los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina y los inhibidores de la recaptación de serotonina y norepinefrina.

    Así pues, el exceso de sudor en manos y pies por ansiedad puede incluir el uso de escitalopram, duloxetina, venlafaxina o paroxetina.

    Las benzodiacepinas solo se prescriben para momentos puntuales donde el exceso de sudoración y los demás síntomas estén generando mucho malestar.
  • Llevar un estilo de vida saludable. Comer sano – con una dieta rica en vegetales, frutas, cereales integrales y pescado – se ha relacionado con menor ansiedad.

    Al mismo tiempo, el ejercicio físico es una herramienta muy potente para mejorar el estado de ánimo y reducir el estrés.

    De este modo, la dieta y el deporte pueden ser grandes aliados para combatir el sudor en manos y pies por ansiedad.

    También debe evitarse o limitar el alcohol, la nicotina y la cafeína, ya que todas estas sustancias pueden empeorar el nerviosismo. 
  • Cuidar el sueño. Mejorar el descanso debería ser una prioridad a la hora de intentar reducir la ansiedad.

    Más allá de implementar unas buenas pautas de higiene del sueño, como establecer una rutina antes de irse a la cama o mantener unos horarios regulares para ir a dormir y despertarse, las condiciones ambientales de la habitación son importantes. Sobre todo, cuando hay ansiedad y sudores nocturnos.

    En ese sentido, es conveniente que la habitación esté a una temperatura agradable (alrededor de los 18ºC), utilizar pijamas de tejidos naturales y no cargar la cama con un exceso de ropa.

    De lo contrario, el calor agravará la sudoración nocturna por estrés y dificultará un descanso reparador.

    Cuidar el sueño es una pieza angular en el tratamiento de la ansiedad y debe abordarse siempre.

    Si es necesario, se puede recurrir a complementos alimenticios de melatonina para el insomnio.

  • Aprender técnicas de relajación. Las técnicas de visualización, la meditación y el yoga son técnicas de relajación que pueden aliviar la ansiedad.

    La respiración consciente también es de gran utilidad cuando los nervios producen sudoración y cuesta desviar la atención del sudor.

    Otra estrategia es salir a caminar o hacer cualquier actividad que permita volver a enfocar la mente en otras cosas. 

  • Utilizar antitranspirantes tópicos. Aplicar productos para el sudor de pies y manos es de gran ayuda para combatir la sudoración por ansiedad.

    Estos suelen incluir sales de aluminio (cloruro de aluminio hexahidratado al 15-20%), ya que han demostrado ser las sustancias astringentes más eficaces en el tratamiento de la hiperhidrosis.

    Los antitranspirantes tópicos pueden presentarse en diferentes formatos.

    En el caso del sudor de manos y pies por ansiedad, los aerosoles y las toallitas son especialmente fáciles y cómodos de aplicar.

    Si el exceso de sudor es sobre todo en los pies, existen polvos que pueden espolvorearse entre los dedos y las plantas, y también sobre el calzado.

    Un buen complemento para estos productos son las plantillas para el sudor de pies.

    Estas suelen estar compuestas por un tejido transpirable e incorporar sustancias que absorben la hipersudoración y el mal olor (por ejemplo, el carbón activo natural), así como agentes antimicrobianos que impiden el crecimiento de gérmenes productores del mal olor.

  • Usar un calzado adecuado. Las personas que sufren de sudoración en los pies por ansiedad deberían utilizar preferiblemente un calzado cómodo y de materiales naturales como la piel o zapatos abiertos (siempre que el clima lo permita).

    También se debe dejar ventilar el calzado al aire libre durante un tiempo y esperar a que esté completamente seco antes de volver a usarlo.

En ocasiones, todas estas medidas para el tratamiento del sudor en manos y pies por ansiedad pueden resultar insuficientes.

De ser así, se pueden complementar con otros procedimientos como la iontoforesis (que consiste en introducir iones de sustancias activas a través de la piel mediante la aplicación de corriente continua de baja intensidad) y la toxina botulínica o bótox.  

Los fármacos anticolinérgicos inhiben la producción de sudor y pueden indicarse en casos puntuales. No obstante, suelen tener importantes efectos secundarios como el síndrome de boca seca, problemas oculares o disfunciones intestinales y vesicales.

Autor: Laboratorios Viñas, departamento científico.

Bibliografía
  1. Redacción. Hiperhidrosis [en línea]. Medline Plus. Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, 2021. <https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/007259.htm> 
  2. Redacción. Trastorno de ansiedad generalizada [en línea]. Mayo Clinic, 2021. <https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/generalized-anxiety-disorder/symptoms-causes/syc-20360803>
  3. Redacción. Ansiedad y sudores nocturnos [en línea]. Sanitas. <https://www.sanitas.es/sanitas/seguros/es/particulares/biblioteca-de-salud/psicologia-psiquiatria/estres-ansiedad/ansiedad-sudores-nocturnos.html>
  4. González, F.M. Apuntes sobre la hiperhidrosis primaria desde la Psicología [en línea]. Rev. Hosp. Psiquiátrico de la Habana, 2012. <https://www.medigraphic.com/pdfs/revhospsihab/hph-2012/hph121k.pdf>

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