La estomatitis aftosa es la enfermedad más frecuente de la mucosa bucal y se caracteriza por la aparición de aftas o, como se conocen popularmente, llagas en la boca. Concretamente, en la superficie interna de mejillas y labios, los bordes y dorso de la lengua, el paladar blando y la base de las encías.
Estas aftas bucales o úlceras suelen ser lesiones de pequeño tamaño de forma redonda u ovalada y de un color blanquecino o amarillento con un halo rojizo alrededor. Pueden aparecer de forma aislada o bien en varios grupos.
A pesar de que suelen ser benignas, las llagas en la boca acostumbran a ser dolorosas y muy molestas al poder interferir a la hora de hablar, comer o bostezar.
En ocasiones, las causas de las aftas bucales suelen ser desconocidas. Sin embargo, se cree que hay personas que tienen una predisposición genética a sufrirlas, mientras que también pueden ser consecuencia de factores nutricionales, hormonales o inmunológicos.
Asimismo, ciertas infecciones bacterianas o virales pueden manifestarse con la aparición de llagas o úlceras bucales.
Más allá de la estomatitis aftosa, también pueden aparecer aftas en la mucosa oral como consecuencia de un traumatismo. Por ejemplo, por los tratamientos de ortodoncia, el uso de prótesis dentales, mordeduras o determinados productos de higiene bucal.
Aunque las llagas suelen desaparecer por sí solas al cabo de unos días, en algunos casos, pueden ser persistentes o reaparecer cada cierto tiempo.
Por todo ello, el tratamiento de las aftas bucales va dirigido no solo a calmar el dolor, sino también a promover la curación de la úlcera y disminuir su duración, mejorar la funcionalidad (principalmente, la nutrición y el habla), evitar las posibles sobreinfecciones oportunistas y prevenir las recurrencias.
En ese sentido, los productos tópicos a base de ácido hialurónico ofrecen una acción local protectora, cicatrizante, regeneradora y antiinflamatoria, además de proporcionar un alivio del dolor inmediato. Asimismo, pueden utilizarse siempre que se necesiten y no tienen efectos adversos, por lo que son una excelente opción terapéutica.
Dependiendo de las causas de las aftas bucales o las molestias que generen, pueden ser necesarios tratamientos sistémicos para curar la enfermedad o alteración que las provoca o antiinflamatorios, así como complementos nutricionales, para prevenir recurrencias.
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Autor: Laboratorios Viñas, departamento científico.
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