Tratamiento para las pestañas
Las pestañas son pelos terminales que crecen en los folículos que están alrededor del ojo. Igual que el cabello, están constituidas por células muertas queratinizadas, material de unión, gránulos de melanina y pequeñas cantidades de agua. La superficie exterior está compuesta por una serie de capas superpuestas formadas por células de cutícula, que protegen el interior, denominado corteza. La corteza contribuye a la forma, a las propiedades mecánicas y al color de las pestañas.
La forma de las pestañas varía con la etnia. Las pestañas de las mujeres de raza caucásica, por ejemplo, presentan una mayor curvatura que las pestañas de las mujeres de raza asiática, que suelen ser más rectas.
La función principal que tienen las pestañas es proteger los ojos. Gracias a ellas, se evita la entrada de impurezas y de microorganismos en el interior del globo ocular. También, nos protegen frente a la radiación solar, una función muy importante ya que sin ellas sufriríamos de forma continuada innumerables irritaciones.
Las pestañas se encuentran dispuestas en los bordes de los párpados, en forma de hilera, pero con diferente espesor: en el párpado superior podemos encontrar unas 200 pestañas, pero en el inferior solo unas 80. Las pestañas se renuevan cada 5-6 meses y tardan en crecer de 7 a 8 semanas, por lo que debemos cuidarlas con sumo cuidado para mantenerlas en perfecto estado.
La salud y cuidado de las pestañas pueden verse alterados por varios factores:
- Agresiones externas: la polución o la radiación solar fragilizan las pestañas y provocan su caída prematura.
- Envejecimiento fisiológico: con los años la pigmentación de las pestañas se reduce y su textura se reseca, volviéndose ásperas y sin brillo.
- Malos hábitos: una alimentación insuficiente, el exceso de maquillaje o el uso de rizadores pueden quebrar y romper las pestañas.
Hay muchas otras causas que pueden debilitar las pestañas. Determinados tratamientos médicos, como la radioterapia, y algunas enfermedades pueden ocasionar su pérdida, pero también tratamientos estéticos, como las extensiones o permanentes de pestañas.
En el día a día, las pestañas también están sometidas a agresiones externas, como la polución y la radiación solar, así como el maquillaje y desmaquillado con productos agresivos.
Consejos para tener unas pestañas fuertes
Para conseguir unas pestañas fuertes y sanas es aconsejable seguir los siguientes consejos:
- La limpieza y desmaquillado de las pestañas es un paso esencial en la rutina de cuidados. Las pestañas actúan como filtro para impedir que partículas externas entren en el globo ocular. Por ello, es necesario que realicemos una limpieza adecuada para poder eliminarlas. Si se utiliza maquillaje, se debe retirar siempre antes de ir a dormir.
- Los tratamientos revitalizantes y regeneradores son un recurso imprescindible. Compuestos a base de aceite de ricino, jojoba o vitamina E, ayudan a fortalecer las pestañas, nutriéndolas en profundidad y aportando brillo y vitalidad.
- La utilización de máscaras de pestañas de tratamiento, que contengan sustancias con acciones específicas, como queratina hidrolizada (fortalecedora), pantenol (hidratante), ácido hialurónico (hidratante y fortificante) o vitamina E (antioxidante), potencia los efectos y protege las pestañas de las agresiones externas.
- Si se observa que se caen más de lo habitual, se puede recurrir a productos que mejoren la fijación de la pestaña a la dermis, reduciendo significativamente la caída de estas. Dichos productos potencian la actividad de la queratina natural, prolongando la fase de crecimiento de las pestañas.
- El déficit de determinados nutrientes: aminoácidos, vitaminas, minerales, oligoelementos, etc. puede ser la causa de una mayor fragilidad en las pestañas y un crecimiento más lento. Asegurar una correcta alimentación es una de las claves para mantener las pestañas fuertes y sanas.