Embarazo y lactancia
Durante el periodo de embarazo y en la lactancia se producen una serie de cambios fisiológicos, que conllevan un aumento de requerimientos de determinados nutrientes necesarios para el desarrollo normal del feto y el correcto crecimiento del niño. Este aumento exige una alimentación variada y equilibrada de la madre.
¿Por qué es importante la suplementación?
La suplementación durante el embarazo es importante para optimizar el adecuado desarrollo del feto y prevenir posibles complicaciones. Las mujeres embarazadas deben presentar un buen estado nutricional y mantenerlo durante toda la gestación, incluso más allá del parto. Durante el periodo de lactancia las necesidades dietéticas deben cubrir, además de los requerimientos normales maternos, todos los precisos para nutrir al recién nacido durante los primeros meses de vida.
En los países occidentales la ingesta de ciertos minerales y vitaminas, como magnesio, zinc, hierro, calcio, vitaminas del complejo B, vitamina E, etc. pueden ser inferiores a las recomendadas en algunos casos (en dietas desequilibradas, dietas vegetarianas u ovo-lactovegetarianas, un consumo de carne restrictivo, las gestaciones múltiples, las gestaciones en adolescentes, el consumo de tabaco y/o alcohol, etc.). En estas situaciones se recomienda la suplementación con un preparado multivitamínico que ayude a alcanzar el adecuado nivel nutricional antes, durante y después del embarazo.
La importancia de la vitamina D en el embarazo
La vitamina D para el embarazo es fundamental. Unos niveles inadecuados de vitamina D se asocian a ciertas alteraciones ginecológicas que pueden dificultar el hecho de quedar embarazada. Por lo que respecta al déficit de vitamina D durante la gestación, este se ha asociado con diferentes complicaciones fetales, neonatales y en la madre. En los primeros años de vida, está asociado a alteraciones en la programación del desarrollo óseo, algunas enfermedades crónicas e incluso con un aumento de la mortalidad.
Se estima que, en España, la deficiencia de vitamina D en el embarazo alcanza hasta el 60% de las mujeres. Es por ello por lo que, más allá de la dieta y una adecuada exposición solar, se hace recomendable su suplementación. En general, la dosis recomendada para prevenir el déficit de vitamina D en el embarazo es de 1000 UI al día.
Consejos para una alimentación saludable durante el embarazo
Durante el embarazo, es necesario, más que nunca, seguir una alimentación saludable que contribuya al buen desarrollo del feto. Los profesionales sanitarios recomiendan seguir los siguientes consejos:
- Comer fruta, verdura, hortalizas, legumbres, frutos secos y cereales preferiblemente integrales (pan, pasta, arroz, patatas…) así como cantidades moderadas de carne, pescado, huevos y lácteos.
- Repartir la ingesta diaria en cinco o seis comidas. No es necesario “comer por dos”.
- Beber preferentemente agua (entre cuatro a ocho vasos al día aproximadamente). No consumir bebidas alcohólicas (el consumo de alcohol puede afectar al desarrollo normal del feto).
- Moderar el consumo de sal y usar preferiblemente sal yodada.
- Comer cinco raciones al día de fruta y verdura. Cuando se consuman crudas, es importante lavarlas con agua abundante.
- Comer pescado dos veces a la semana, ya que contiene omega-3, necesario para el buen desarrollo del feto. Pero no es conveniente consumir pescados grandes como el pez espada, el emperador o el atún, por su contenido en mercurio.
- Comer lácteos preferentemente desnatados y evitar aquellos quesos (tipo feta, camembert, mascarpone, brie…) que no hayan sido elaborados con leche pasteurizada.
- Cocinar las carnes y el pollo suficientemente, sin que queden partes crudas.
- Respetar las fechas de caducidad de los alimentos que se mantienen refrigerados, especialmente los embutidos poco curados y evitar patés refrigerados y pescado ahumado.
- En general, no comer crudo ningún alimento de origen animal, como por ejemplo huevo, marisco, pescado (sushi) y carne (carpaccio). Limpiar las superficies y los utensilios de cocina después de manipular alimentos crudos.