Estrías
Las estrías son marcas cutáneas que se caracterizan por el adelgazamiento y hundimiento localizado de la epidermis, la capa más superficial de la piel, y por el color diferenciado violáceo, rosado o nacarado que pueden presentar.
¿Por qué aparecen las estrías?
Aparecen por la rotura y pérdida parcial de las fibras de colágeno y elastina en la región afectada, dando lugar a una disminución de la cohesión cutánea y la elasticidad del tejido.
Es muy común su aparición durante el embarazo, especialmente a partir de las 24 semanas de gestación. Mientras que las causas de la aparición de estrías permanecen sin aclarar, existen ciertos factores predisponentes que se han identificado en el embarazo. Estos incluyen: susceptibilidad a desarrollar estrías o historia familiar de estrías, mayor aumento de peso durante el embarazo, masa corporal elevada antes del embarazo y alto peso del niño recién nacido. Las madres más jóvenes tienen mayor predisposición para desarrollar estrías y de mayor severidad.
Las hormonas disminuyen la adhesión entre las fibras de colágeno haciéndolas menos resistentes al estiramiento. Además, la epidermis se vuelve más fina, lo cual incrementa la visibilidad de las estrías.
Además del embarazo, hay ciertas situaciones donde existe una mayor predisposición a desarrollar estrías: pubertad, cambios bruscos de peso o de talla, tratamiento con corticoides, seguimiento de dietas estrictas, etc.
¿Cuáles son las zonas más afectadas?
Las estrías varían en cantidad y severidad. Las zonas más afectadas son abdomen, mamas, glúteos, muslos y caderas.
Se presentan como depresiones lineales de color rojizo que posteriormente adquieren tono violáceo. Finalmente, con el tiempo, se suelen ir aclarando hasta alcanzar el color blanco.
Consejos para la prevención de la aparición de las estrías
La intervención terapéutica para las estrías se centra, mayoritariamente, en la prevención de su aparición. Para ello, es recomendable seguir los siguientes consejos:
- Hidratar la piel: una piel hidratada será menos vulnerable a la aparición de estrías. Para ello, es muy importante tener el hábito de beber la suficiente cantidad de agua durante el día (especialmente durante los meses más calurosos) y aplicar crema hidratante a diario.
- Evitar cambios bruscos de peso: cuando se produce un estiramiento en poco tiempo, las fibras elásticas de la dermis pueden romperse y aparecer las estrías. Es importante que cualquier cambio de peso corporal tenga lugar de forma paulatina y estable en el tiempo.
- Prevenir la aparición de estrías durante la adolescencia: debido a los cambios que se dan, durante esta etapa de la vida, tanto de crecimiento como de desarrollo, es importante que los jóvenes aprendan y adquieran el hábito de mantener una piel bien hidratada.
- Evitar la aparición de estrías durante el embarazo: el embarazo provoca un rápido estiramiento de la piel, sobre todo en el abdomen. Por ello es fundamental, desde el primer mes de gestación, hidratar la piel en profundidad y aplicar diariamente un producto antiestrías. Se aconseja iniciar el uso de estos productos desde el inicio del embarazo, pero debería ser imprescindible a partir de la semana 24 de gestación y especialmente en madres primerizas, que es donde se da una mayor incidencia de aparición de estrías.
- Tratar las estrías: cuanto antes, mejor. Si se prevé un cambio brusco de volumen, hay que aplicar cremas antiestrías de forma preventiva que incluyan activos hidratantes, nutritivos y que estimulen la síntesis de colágeno y elastina. Una vez hayan aparecido, se debe seguir con el tratamiento para evitar su crecimiento y mayor desarrollo. Se debe tener en cuenta que la evolución de las lesiones dependerá de los cuidados que le proporcionemos en las primeras fases, lo que se denomina “estrías rubra”, y todavía presentan coloración rosada o púrpura.