Si pensamos en ejercicios de fuerza, seguramente el yoga no sea el primer método que nos pase por la cabeza.
No obstante, esta disciplina milenaria puede representar perfectamente el entrenamiento de la fuerza muscular que toda preparación física debería incluir.
De hecho, diferentes estudios han demostrado cómo el yoga puede mejorar ciertas condiciones de salud precisamente porque se trata de una excelente rutina para ganar masa muscular.
En ese sentido, cabe destacar que no son pocas las asanas o posturas de fuerza en el yoga. Además, se necesita de una musculatura fuerte para poder dominar las inversiones y los equilibrios propios de esta práctica.
Así pues, hacer yoga de forma regular es un óptimo entrenamiento para fortalecer los músculos de brazos, espalda y piernas.
Todo ello, mientras se hace un completo trabajo de CORE. Es decir, ejercicios centrados en reforzar la musculatura más profunda del abdomen, la columna, la pelvis y las extremidades inferiores.
La práctica regular de yoga permite tonificar el CORE y fortalecer la resistencia muscular de brazos y piernas
Otra de las muchas ventajas del yoga es que se trata de una disciplina apta para todo el mundo. De este modo, sea cual sea la condición física de inicio de la persona, su tono muscular irá incrementando progresivamente con cada práctica.
Eso no quita que haya tipos de yoga más centrados en el entrenamiento de fuerza, como puede ser el birkam o el power yoga.
Lo cierto es que el entrenamiento de la resistencia muscular debería formar parte de cualquier preparación física. No solo de los deportistas, sino de todas las personas que busquen una mejor salud y calidad de vida.
Esto se debe a que tener una musculatura más fuerte minimizará el desgaste de los diferentes órganos y sistemas de nuestro cuerpo. Por tanto, nos permitirá vivir con una mayor calidad de vida y posponer el deterioro fisiológico del envejecimiento.
A nivel práctico esto se traduce, por ejemplo, en un menor riesgo de traumatismos o dolencias osteomusculares.
Además, hay que tener en cuenta que la fuerza muscular disminuye con el transcurso de los años.
Eso sí, para conseguir una musculatura fuerte, es imprescindible seguir con regularidad programas de ejercicios psicofísicos adaptados a cada persona y que estimulen los diferentes grupos musculares.
Por todo ello, incluir el yoga en cualquier plan de entrenamiento es una muy buena opción.
El lumbago o dolor lumbar es una de las patologías más frecuentes en nuestra sociedad. No solo como consecuencia de las actividades propias de vida diaria, sino también de la práctica de deportes que implican movimientos repetitivos y abusivos del tronco.
En ese sentido, el yoga ha demostrado ser de gran ayuda, pues permite combatir el dolor de espalda mediante el trabajo de CORE.
De hecho, un estudio encontró suficiente evidencia como para poder certificar la eficacia del yoga para reducir el dolor lumbar.
Los autores de dicha investigación apuntaron que estos beneficios se conseguirían al tratarse precisamente de una disciplina que incrementa la fuerza y la masa muscular, al mismo tiempo que mejora la flexibilidad.
Asimismo, otra investigación se centró en si era posible aliviar los dolores articulares gracias al yoga. La conclusión fue que sí.
En este caso, se cree que esta mejoría en las personas con dolor articular se debe al hecho de que se trata de una actividad física suave que mejora la movilidad y fortalece los músculos de las articulaciones afectadas.
Otro ejemplo de cómo el yoga puede ser un perfecto método de entrenamiento de la fuerza está en un tercer estudio.
En ese caso, los participantes vieron cómo su fuerza muscular se incrementó de forma significativa en tan solo ocho semanas practicando yoga.
Autor: Laboratorios Viñas, departamento científico.
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