Protección y estimulo de la función visual
Al igual que el resto de los sentidos, la vista se deteriora con la edad. Por ejemplo, la fatiga visual o astenopia es común en personas que han realizado un trabajo ocular excesivo, y la degeneración macular asociada a la edad (DMAE) es la segunda causa más común de ceguera en personas de más de 50 años en los países occidentales.
Ambos trastornos afectan al sistema de la visión. En el proceso de la visión, los estímulos luminosos se transformarán en la retina en impulsos eléctricos los cuales mediante el nervio óptico se transmitirán al cerebro donde serán procesados en la corteza visual. En la retina se encuentran dos tipos de células nerviosas: los conos y los bastones.
En la parte central de la retina, la mácula, se encuentra la zona del ojo con mayor agudeza visual, la fóvea, compuesta sólo de conos. A su alrededor y según nos alejamos, los conos se vuelven más escasos y se localizan los bastones. Los conos son los responsables de la visión fotópica o del color y los detalles (la visión central). Los bastones se encargan de la visión escotópica o en blanco y negro (la visión periférica).
La fatiga ocular
La fatiga ocular es una condición oftalmológica frecuente. Hay muchos factores cotidianos que implican un trabajo ocular excesivo. Entre ellos, actividades profesionales que exigen una alta atención visual durante muchas horas, leer sin hacer pausas, conducir largas distancias, una luz demasiado brillante o, por el contrario, una iluminación insuficiente, la contaminación o la sequedad ambiental provocada por los sistemas de refrigeración y calefacción.
Hoy en día una de las principales causas de fatiga ocular es, sin duda, el uso continuado y excesivo de dispositivos digitales como son los móviles, los ordenadores, las tabletas, los videojuegos y el televisor.
Síntomas de la fatiga ocular
Los síntomas de fatiga ocular pueden incluir la sensación de tensión, dolor o picor en los ojos, la pesadez de párpados, una mayor necesidad de parpadeo, el dolor de cabeza leve, la visión borrosa o doble e incluso la aparición de vértigos.
¿Cómo combatir la fatiga visual?
La fatiga visual suele ser una condición sin consecuencias graves a largo plazo y que desaparece al descansar la vista y tomar medidas que eviten o limiten las causas que la provocan.
Para prevenir y combatir el cansancio en los ojos, también es clave dormir bien y seguir una dieta equilibrada que evite carencias de nutrientes esenciales para la salud ocular como son la luteína, el zinc o los antocianósidos.
En cualquier caso, como algunos síntomas de fatiga visual pueden indicar una enfermedad ocular que necesite tratamiento o bien problemas de visión, hay que acudir al médico si estos no mitigan o se prolongan en el tiempo.
Nutrientes esenciales para la función visual
Una función visual normal requiere un conjunto de nutrientes que deben ingerirse en cantidades suficientes. La carencia de algunos de estos nutrientes puede llevar a un aumento de procesos degenerativos de la retina como la degeneración macular asociada a la edad o a otras alteraciones visuales. Por otra parte, la retina y la mácula están sometidas a la acción oxidativa de la radiación UV y con los años la eficacia del sistema defensivo antioxidante natural del organismo puede verse disminuido aumentando la producción de radicales libres perjudiciales.
Una alimentación equilibrada debe proporcionar los nutrientes necesarios que todo nuestro organismo precisa. En ciertas situaciones los requerimientos de algunos de estos nutrientes pueden estar incrementados.
Los ácidos grasos omega-3, como el DHA (ácido docosahexaenoico) y el EPA (ácido eicosapentaenoico), los carotenoides, como la luteína y la zeaxantina, algunas vitaminas, como la vitamina C, E, B6, B12 y el ácido fólico y oligoelementos como el zinc, entre otros nutrientes, tienen un papel importante en el mantenimiento de la función visual.