El uso de minoxidil para el cabello es un tratamiento muy habitual en quienes sufren de alopecia androgenética y otros tipos de calvicie.
Esto se debe a que ha demostrado estimular el crecimiento del pelo y frenar su caída, consiguiendo resultados muy significativos.
No obstante, a pesar de su popularidad, aún siguen habiendo muchas dudas acerca de este medicamento.
El minoxidil es un fármaco que consigue mejorar la densidad capilar. Por ello, suele ser el medicamento de primera línea en el tratamiento de la pérdida de pelo.
El minoxidil para el cabello actúa de la siguiente forma. Por una parte, estimula los folículos pilosos al producir una sustancia clave para el crecimiento capilar llamada prostaglandina E2. Y por la otra, induce que los folículos pilosos prolonguen su fase de crecimiento y acorten su fase de caída.
Todo ello, tiene un efecto positivo sobre la salud del cabello y frena la pérdida que ocurre en diferentes tipos de alopecia.
Además, el minoxidil tiene un efecto vasodilatador, por lo que aumenta el flujo sanguíneo en el cuero cabelludo.
El uso del minoxidil para frenar la pérdida de cabello se descubrió de forma casual en la década de los años 50.
Inicialmente, se investigó para tratar las úlceras del estómago y, más adelante, se utilizó para tratar la hipertensión arterial.
Dado su impacto en el crecimiento del pelo, los investigadores comenzaron a explorar su aplicación tópica para la caída del cabello.
Fue en 1979 cuando se comercializó por primera vez un tratamiento de minoxidil tópico y actualmente sigue siendo el fármaco de elección para la calvicie.
El minoxidil para el cabello se utiliza sobre todo para la alopecia androgénica o adrogenética, pero también para otros casos de pérdida de pelo.
La alopecia androgenética causa una caída de cabello en la parte superior del cuero cabelludo. Es típica en hombres, pero también puede darse en mujeres.
La principal diferencia entre la alopecia androgenética de patrón masculino y femenino es el tipo de calvicie que provoca.
En las mujeres, no se pierden los pelos de la línea de implantación (donde nace el pelo sobre la frente). En los hombres, en cambio, sí ocurre, siendo frecuentes lo que se conoce popularmente como 'entradas'.
Otra diferencia es que rara vez las mujeres sufren una pérdida de cabello total.
Más allá de la alopecia androgenética, el minoxidil para el cabello también se puede indicar en otros casos de alopecia difusa.
Entre ellos, si existe lo que se conoce como efluvio telogénico, que consiste en una especie de desajuste en las fases normales de crecimiento-caída del pelo.
Esto es lo que suele ocurrir, por ejemplo, en la caída del cabello por estrés. Sin embargo, puede deberse a otras causas como una enfermedad, una intervención quirúrgica, el posparto o un cambio estacional.
El minoxidil para el cabello también puede formar parte del tratamiento para la alopecia areata, aunque tiene un efecto más discreto.
Además de en el cabello, este medicamento también puede aplicarse en otras partes para estimular el crecimiento del vello.
Concretamente, se puede utilizar minoxidil para la barba en caso de que haya calvas o en la alopecia en las cejas.
El minoxidil para el cabello es un tratamiento efectivo y seguro para la alopecia androgenética y otros tipos de pérdida de pelo.
El minoxidil para el cabello no es tan efectivo en caso de alopecia cicatricial.
Este medicamento sirve para frenar o retrasar la caída del cabello mientras se utiliza. Sin embargo, no puede hacer que salga pelo donde ya no había.
Sin embargo, el minoxidil podría estimular el crecimiento de los folículos sanos y mejorar la densidad capilar del área tratada. Así se ha observado en el caso de la alopecia frontal fibrosante, un tipo de alopecia cicatricial, más frecuente entre las mujeres.
Esta se caracteriza por una recesión de la línea del nacimiento del cabello y suele ir acompañada de una alopecia de cejas.
Tampoco está indicado utilizar minoxidil para el pelo de forma preventiva. Aún así, empieza a estudiarse si podría servir para ralentizar el envejecimiento del cabello.
Se sabe que cada vez que el pelo se renueva (completa un ciclo de crecimiento-caída), pierde parte de su calidad. Por ello, si se consiguieran ciclos de crecimiento más largos, el cabello se renovaría menos veces a lo largo de la vida y envejecería menos o más despacio.
El minoxidil para el cabello se empezó a utilizar únicamente en los hombres. No fue hasta la década de 1990, que se aprobó el uso de del minoxidil para las mujeres.
Actualmente está ampliamente demostrado que es también un tratamiento efectivo y seguro en las mujeres.
No obstante, no se recomienda su uso durante el embarazo y la lactancia.
El minoxidil para el pelo puede conseguir hasta un 45% de repoblación del cabello, con un pico de crecimiento a las 16 semanas.
Esto implica que no es un tratamiento de efecto inmediato. De hecho, durante los primeros dos meses es posible observar que hay una mayor caída. Esto se debe a que los folículos que están en una fase de reposo se desprenden para entrar de nuevo en una fase de crecimiento (efluvio telógeno).
Esto es esperable, por lo que no debe suspenderse el tratamiento si se observa este efecto.
A las 24 semanas de su aplicación, se estima que el grosor de los cabellos aumenta en un 30%.
El tratamiento debe mantenerse de forma indefinida o hasta que la persona así lo desee.
Una vez se interrumpe la aplicación, su efecto tiende a desaparecer entre 3 y 6 meses después.
El minoxidil se aplica directamente en el cuero cabelludo seco con las yemas de los dedos, empezando por el centro de la zona a tratar.
Hay que lavar bien las manos antes y después de aplicar el minoxidil en el cabello para evitar tocar otras partes del cuerpo con la solución.
Suele indicarse una aplicación por la mañana y una por la noche, pero hay que seguir siempre las instrucciones indicadas por parte del especialista.
El minoxidil tópico para el cabello al 2% y al 5%, en solución o espuma, ha sido la forma clásica de presentación de este fármaco.
Se trata de un fármaco con elevada tolerabilidad, óptima galénica y un gran perfil de seguridad. En ese sentido, cuenta con mucha evidencia científica y no tiene efectos secundarios sistémicos.
No obstante, en los últimos años se ha empezado a utilizar también minoxidil oral a dosis bajas. Concretamente, de 0,25 a 1 mg al día en mujeres y de 0,25 a 5 mg en hombres.
Esta formulación podría resultar más cómoda para algunas personas y favorecer una mayor adherencia al tratamiento. Cuenta igualmente con un buen perfil de seguridad, pero hay un riesgo de efectos adversos sistémicos.
En la actualidad, el Minoxidil oral no está autorizado para la alopecia en ningún país como medicamento.
En cuanto a la eficacia, las últimas publicaciones en este sentido apuntarían que sería la misma en ambas presentaciones.
El riesgo de sufrir efectos secundarios al minoxidil es bajo.
En el caso del minoxidil tópico, tienen un carácter local. Los más habituales son la irritación y el picor en el cuero cabelludo.
También puede haber una hipertricosis (crecimiento excesivo del vello) en las áreas cercanas a la aplicación. Comúnmente, la cara, sobre todo sien y alrededor de las orejas.
El efluvio telógeno es otro efecto secundario del minoxidil, pero es transitorio.
En el caso del minoxidil oral, la principal diferencia es que los efectos secundarios pueden darse a nivel sistémico.
Aunque el riesgo sigue siendo bajo, puede causar hipertricosis generalizada, hipotensión, mareos posturales, dolor de cabeza, problemas cardíacos y edema maleolar (hinchazón en la parte inferior de las piernas o pies). Esto hace que pueda estar contraindicado en algunas personas.
El minoxidil para el cabello es muy eficaz. Sin embargo, en hombres, puede indicarse junto a otros fármacos orales como la finasterida o la dutasterida para mayores beneficios a largo plazo.
Estos medicamentos, en cambio, están contraindicados en mujeres en edad fértil.
También puede combinarse el minoxidil con otros tratamientos capilares como el plasma rico en plaquetas o la mesoterapia capilar.
Paralelamente, existen diferentes consejos para prevenir la caída del cabello a través de la adquisición de buenos hábitos para la salud capilar.
En este sentido, la dieta puede jugar un papel importante. Así pues, es importante conocer las mejores vitaminas para un pelo saludable y alimentos para prevenir la caída del cabello.
Cabe recordar que es importante consultar siempre con un especialista en caso de experimentar un pérdida de pelo importante. Solo así se podrá iniciar el tratamiento más indicado.
Hay diferentes motivos por los que se puede experimentar una caída del cabello y, al tratar la causa, esta puede revertirse. Por ejemplo, la alopecia por falta de hierro.
Autor: Laboratorios Viñas, departamento científico.
Redacción. Investigación en tratamientos contra la caída del cabello [en línea]. Monográfico, 2021. IMFarmacias. https://www.imfarmacias.es/uploads/2021/10/investigacion_tratamientos_caida_25874_20211026033256.pdf
Lacort, J. Un medicamento está ganando en silencio la lucha contra la calvicie de miles de hombres y mujeres: el minoxidil [en línea]. Xataka, 2023. https://www.xataka.com/medicina-y-salud/generacion-minoxidil-medicamento-calvicie-que-toman-silencio-miles-hombres-cada-vez-mujeres
Guerra-Tapia, A. et González-Guerra, E. Minoxidil tópico o minoxidil oral en la alopecia. ¿Cuál es su elección? [en línea]. Más Dermatología. Actualidad y Avances, 2020. https://masdermatologia.com/PDF/214.pdf
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