La ciática se caracteriza por la presencia de un dolor profundo que irradia a lo largo del recorrido del nervio ciático. Es decir, desde la parte inferior de la espalda a través de las caderas y los glúteos y hacia debajo de cada pierna.
Es un tipo de dolor de espalda que se relaciona con los cambios en la columna vertebral como consecuencia de la edad. Suele manifestarse con mayor frecuencia después de los 50 años, mientras que es raro antes de los veinte.
Otro factor de riesgo para desarrollar lumbago con ciática es la obesidad, ya que el exceso de peso corporal ejerce una sobrecarga en la columna.
También el tabaquismo, el sedentarismo y el tipo de profesión pueden favorecer el dolor en el nervio ciático.
En ese sentido, las personas que adquieren una posición de trabajo incómoda o poco ergonómica, permanecen sentadas mucho tiempo, adoptan una posición del tronco flexionada o con torsión constante y/o trasladan cargas pesadas tienen mayor riesgo de sufrir un pinzamiento del nervio ciático.
A su vez, la diabetes también es un factor de riesgo para este tipo de dolor lumbar al aumentar el riesgo de lesión en los nervios.
El género, en cambio, no incrementa las posibilidades de sufrir esta dolencia. El dolor de ciática se presenta por igual entre hombres y mujeres.
Aunque en la mayoría de los casos se resuelve en pocas semanas, puede llegar a ser muy invalidante. Por ello, es importante saber cómo actuar ante los primeros síntomas, qué ejercicios para la ciática y tratamientos son beneficiosos y cuándo hay que consultar al médico.
En la ciática, los síntomas más característicos son la presencia de dolor intenso que se extiende desde la parte baja de la columna vertebral (las lumbares) hacia los glúteos y la parte posterior de la pierna.
En función de la raíz nerviosa afectada, el dolor puede irradiarse hasta el muslo o llegar a los dedos de los pies.
El malestar puede ser leve o muy agudo, siendo difícil de manejar. También puede ir acompañado de una sensación de ardor, sacudida o descarga eléctrica.
La ciática se caracteriza por un dolor profundo en las lumbares, los glúteos y la pierna, muchas veces acompañado de una sensación de descarga eléctrica.
Otras molestias asociadas son el entumecimiento, el hormigueo o la debilidad muscular en la pierna o el pie afectados y la limitación funcional de la extremidad afectada.
Por lo general, los síntomas de la ciática se presentan en un solo lado del cuerpo (pierna derecha o izquierda) y se intensifican al toser, estornudar, permanecer mucho tiempo sentado o presionar e inclinar la columna hacia adelante.
En función de la causa de la ciática, puede acompañarse de otros síntomas mucho menos frecuentes como trastornos neurológicos adicionales (incontinencia urinaria o fecal), pérdida de peso o fiebre.
En la ciática, las causas pueden ser muy diversas e ir asociadas a diferentes enfermedades o trastornos.
- Protrusión y hernia discal. El desgaste de los discos intervertebrales hace que estos vayan perdiendo resistencia y elasticidad y que algunas de sus fibras puedan retraerse o partirse espontáneamente. Cuando esto sucede, parte del contenido gelatinoso del disco puede protruir (protrusión discal) o extravasarse fuera (hernia discal).
Esto desencadena una presión sobre el nervio ciático que da lugar al dolor y los demás síntomas.
Aunque este proceso de degeneración de los discos está relacionado con el proceso de envejecimiento, las malas posturas, las cargas inadecuadas, la falta de ejercicio o las lesiones o traumatismos lumbares también pueden originarlo o precipitarlo.
- Estenosis espinal lumbar. El estrechamiento de los espacios dentro de la columna vertebral puede ejercer presión y el pinzamiento del nervio ciático. La estenosis se asocia principalmente con los cambios por desgaste en la columna vertebral como consecuencia de la edad y la artrosis.
- Espondilolistesis. Se trata del deslizamiento de una vértebra lumbar que puede conllevar el pinzamiento del nervio ciático. Suele aparecer en adolescentes o adultos jóvenes atletas.
Tiende a ser el resultado de una lesión por uso excesivo o una fractura de estrés, aunque puede producirse con un solo impacto grave.
También existe la espondilolistesis degenerativa, la cual suele darse en pacientes mayores de 60 años con artrosis.
- Síndrome piriformeEs una afección que se caracteriza por el espasmo o la contractura del músculo piriforme, ubicado en la región de las nalgas. Como consecuencia, puede irritar el nervio ciático y causar los mismos síntomas de la ciática.
Es por ello que se conoce también como pseudociática o falsa ciática.
- Embarazo. El dolor de espalda y la ciática en el embarazo son molestias frecuentes. El aumento de peso, la presión al inclinarse y el cambio en el centro de gravedad favorecen que el nervio ciático pueda irritarse y comprimirse.
Asimismo, los cambios hormonales también juegan su papel. En particular, la relaxina, una hormona que relaja los ligamentos pélvicos y ayuda a preparar el cuerpo de la madre para el parto.
Esta hormona también afloja los ligamentos de la espalda baja, por lo que se vuelven más flojos y móviles.
Otras posibles causas de ciática pueden ser la tensión muscular y de la fascia, procesos inflamatorios como el herpes zóster o la radiculitis, trastornos circulatorios, el estrés, el trabajo físico intenso, o la enfermedad de Paget, entre otros.
Con mucha menor frecuencia, los tumores en la espalda también pueden provocar síntomas de ciática.
El mejor tratamiento para la ciática empieza con la prevención a través de hábitos saludables como la práctica de deporte o ejercicio físico de forma regular. Especialmente, aquellos ejercicios que favorezcan una musculatura fuerte para prevenir dolor de espalda, entre los que se encuentra el yoga.
También es importante evitar el sedentarismo en el trabajo y adoptar posturas ergonómicas.
Aún así, no siempre es posible prevenir esta afección y puede volver a aparecer. De ser así, existen diferentes tratamientos para aliviar el dolor de ciática.
- Reposo relativo. Existe una duda frecuente sobre si es bueno andar para la ciática o es mejor guardar reposo.
Por lo general, no se recomienda permanecer en cama, ya que puede enlentecer la recuperación. Solo se debe aconsejar cuando el dolor de ciática es invalidante y no se tolera ninguna otra postura.
De ser así, no se debería mantener el reposo en cama más allá de los tres días, ya que a partir de este periodo se inicia el debilitamiento muscular y dificultaría la rehabilitación.
Por el contrario, mantenerse activo acelera la recuperación, disminuye el dolor y sus secuelas y evita la pérdida de fuerza muscular.
La recomendación es mantener la rutina diaria en la medida de lo posible e ir incrementado la actividad hasta regresar a la normalidad.
Lo que sí se desaconseja es el deporte o ejercicio físico durante la primera semana. Pasado este periodo, se pueden iniciar actividades aeróbicas suaves (caminar, bicicleta, natación, etc.) y a continuación, trabajo de ‘core’ y otros ejercicios que alivien el dolor muscular.
- Estiramientos. Realizar estiramientos para la ciática puede ayudar a mitigar el dolor y la compresión de la raíz del nervio. Se trata de estiramientos en la zona lumbar, glútea y las piernas que puede realizar uno mismo a modo de automasaje.
- Aplicación de frío y calor. Combinar frío y calor para el dolor muscular es una de las medidas terapéuticas más eficaces. En la fase aguda, es aconsejable aplicar frío mediante compresas, bolsas, sprays u otros métodos varias veces durante unos 20 minutos. Al cabo de dos o tres días, es mejor aplicar calor en la zona con dolor. También se puede alternar frío y calor.
- Fármacos. Los principales medicamentos para el dolor de ciática son los analgésicos como el paracetamol, el ibuprofeno y el naproxeno sódico. En ciertas ocasiones se pueden prescribir relajantes musculares o opiodes.
- Fisioterapia. Una vez el dolor agudo disminuye, la fisioterapia puede ayudar a prevenir la ciática en el futuro mediante ejercicios que fortalezcan los músculos de la espalda y mejoren la flexibilidad, así como corrigiendo la postura en las actividades diarias.
- Medicina alternativa. Algunos estudios apuntan que la acupuntura para el dolor de ciática podría ayudar a mitigar las molestias. Por su parte, la quiropraxia también podría ser eficaz en el manejo del dolor lumbar.
- Infiltraciones. En algunos casos, se emplean tratamientos farmacológicos inyectables en músculos, articulaciones, ligamentos y puntos gatillos o vía epidural.
- Cirugía. Cuando el dolor es muy agudo, no se logra controlar con los demás tratamientos para la ciática y se prolonga en el tiempo, se puede valorar el tratamiento quirúrgico.
Los síntomas de ciática pueden durar días o semanas. No obstante, hay que acudir al médico si las medidas de cuidado personal y/o farmacológicas no logran aliviar los síntomas, el dolor de ciática se mantiene por cuatro semanas o más, las molestias son graves o invalidantes o si el dolor empeora progresivamente.
Autor: Laboratorios Viñas, departamento científico.
Redacción. Ciática [en línea]. Fisioterapia online. <https://www.fisioterapia-online.com/ciatica-que-es-causas-sintomas-diagnostico-tratamiento>.
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