La diabetes mellitus está asociada a muchas complicaciones. Entre ellas, la neuropatía diabética.
Se trata de un dolor neuropático específico que aparece como consecuencia del daño que esta enfermedad metabólica causa al sistema nervioso periférico en su totalidad.
Existen diferentes tipos de neuropatía diabética (neuropatía periférica, autonómica, proximal y focal) y se puede sufrir una o más de ellas.
No obstante, la más común es la neuropatía periférica, la cual afecta primero a los pies y las piernas, seguidos de las manos y los brazos.
Esto provoca la presencia de síntomas y/o signos de disfunción de los nervios en las extremidades tales como entumecimiento, capacidad reducida para sentir dolor o percibir cambios de temperatura, calambres, sensibilidad extrema al tacto, infecciones recurrentes, ampollas y ulceraciones, que, en los casos más severos, pueden llegar a requerir amputaciones.
El tratamiento de la neuropatía diabética debe pasar, antes que nada, por la mejora del control glucémico.
Sin embargo, en muchas ocasiones este dolor neuropático se perpetúa en el tiempo y constituye todo un desafío terapéutico, por lo que debe abordarse de forma global e involucrar a diferentes profesionales.
Cabe destacar que la neuropatía diabética es probablemente la complicación de la diabetes más frecuente en los países occidentales.
Aunque los datos varían en función de los criterios diagnósticos y la población analizada, se estima que aproximadamente el 50% de las personas con diabetes desarrollará esta dolencia.
Este hecho, junto al aumento de la incidencia de esta enfermedad en los últimos años, ha motivado a buscar tratamientos más eficaces en el manejo de los síntomas de la neuropatía diabética.
Aún así, hay que recordar que no siempre se consigue un alivio satisfactorio con las pautas terapéuticas indicadas, lo que muchas veces implica tener que combinar tratamientos, incrementar las dosis de los fármacos o probar nuevos medicamentos o terapias.
Cuando es así, el sufrimiento puede ser muy intenso y conduce a una pérdida de la calidad de vida y a una importante limitación funcional.
Por todo ello, es necesario tratar esta dolencia con un enfoque multidisciplinar y seguir apostando por tratamientos emergentes que puedan representar opciones terapéuticas de futuro más eficaces.
El tratamiento de la neuropatía diabética incluye su prevención, el manejo fisiopatológico de la enfermedad, el alivio sintomático y el abordaje de las comorbilidades asociadas.
También debería requerir la participación de diferentes profesionales de la salud, incluyendo los médicos de familia, los podólogos, los endocrinos, los psiquiatras o psicólogos y los especialistas de las unidades de tratamiento del dolor, entre otros.
Actualmente no hay una cura para la neuropatía diabética, pero se puede prevenir y reducir el avance de la enfermedad.
1) Cómo prevenir la neuropatía diabética
La primera medida para prevenir la aparición y las complicaciones de la neuropatía diabética es conseguir un mejor control de la glucemia y evitar fluctuaciones extremas de glucosa.
Asimismo, es fundamental un seguimiento y control de los factores de riesgo cardiovascular. Esto implica la restricción del consumo de bebidas alcohólicas, el abandono del tabaco, llevar una alimentación saludable, huir del sedentarismo y optar por una vida activa y la práctica de ejercicio físico regular.
También hay que mantener la presión arterial y el perfil lipídico (cLDL, cHDL y triglicéridos) en unos niveles adecuados.
En pacientes con un alto riesgo cardiovascular, puede ser necesario el uso de antiagregantes.
Otra medida fundamental es prevenir la aparición del pie diabético, que se caracteriza por la aparición de heridas o ulceraciones que fácilmente pueden infectarse y que cuestan de cicatrizar.
En ese sentido, es imprescindible conocer las principales recomendaciones para un cuidado de los pies óptimo y que lo proteja de las lesiones. Si estas no pueden llevarse a cabo por uno mismo, deben hacerse con la ayuda de otra persona.
Para quienes sufren diabetes, también es de vital importancia utilizar un calzado cómodo y que no dañe los pies.
2) Tratar el origen de la enfermedad
Existen ciertos tratamientos que podrían actuar sobre la causa de la neuropatía diabética. El que más evidencia soporta es el ácido alfalipoico, que es un agente antioxidante que se encuentra de forma natural en algunos alimentos.
3) Aliviar los síntomas
El tratamiento de los síntomas de la neuropatía diabética pretende reducir la intensidad del dolor y mejorar la calidad de vida.
Existen fármacos de primera línea (antidepresivos tricíclicos y anticonvulsivos), de segunda línea (opioides e inhibidores duales) y tópicos para el dolor localizado. Entre ellos, destacan los siguientes:
Otros fármacos emergentes para el tratamiento de la neuropatía diabética son la toxina botulínica y los cannabinoides, pero su uso con este fin está más restringido.
Paralelamente, es conveniente mantener medidas farmacológicas para prevenir y aliviar el dolor (por ejemplo, fisioterapia y ejercicio moderado) y soporte psicológico.
4) Tener en cuenta las patologías asociadas
En el tratamiento de la neuropatía diabética hay que tener siempre en cuenta las posibles comorbilidades asociadas, como pueden ser la obesidad, la hipertensión, el colesterol alto y los trastornos del sueño, entre otras.
También, posibles complicaciones tardías como la pérdida de visión (retinopatía diabética), alteraciones en el riñón (nefropatía) o el pie diabético.
Paralelamente, cabe recordar que quienes más sufren esta dolencia son las personas de edad avanzada.
Esto implica que además pueden padecer otras enfermedades, sufrir de dolor crónico, y, en consecuencia, consumir un elevado número de fármacos (por lo que algunos medicamentos para el tratamiento de la neuropatía diabética pueden estar contraindicados), entre otros factores que deben tenerse en consideración.
Asimismo, es habitual que las personas afectadas por esta dolencia sufran trastornos del estado de ánimo como depresión y ansiedad.
Es por todo ello que se hace imprescindible un enfoque multidisciplinar en el manejo de la neuropatía diabética.
Otras opciones terapéuticas alternativas son la acupuntura y la estimulación nerviosa ecléctica transcutánea (TENS), la cual consiste en aplicar pequeñas corrientes de forma programada para impedir la transmisión de la propia información de dolor por las raíces nerviosas afectadas.
Ambas pueden ayudar a aliviar los síntomas, pero no siempre resultan efectivas para todas las personas ni para todos los tipos de dolor.
Autor: Laboratorios Viñas, departamento científico.
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